Por: Avidel
Villarreal
En una de las campañas políticas más recientes se planteó
una crisis cuando un cómico, habiendo sido invitado a hablar en un evento, se
le ocurrió decir que “Hay una isla flotante de basura en medio del océano en
este momento. Creo que se llama Puerto Rico”. Esa frase tan desafortunada la
pronunció el comediante Tony Hinchcliffe durante un acto de campaña de Donald
Trump en Nueva York, desatando una ola de indignación entre los
puertorriqueños, tanto dentro como fuera de la isla.
Los adversarios de Trump se afincaron en ese error y por
unos días los republicanos se mostraron a la defensiva. Hasta que entra el
presidente Biden en escena y replica afirmando que “la única basura que veo
flotando por allí son sus partidarios”. Los republicanos respiraron con alivio.
Ahora la noticia era el nuevo desvarío presidencial que hizo pasar la
impertinencia del cómico como una anécdota más. Este ejemplo muestra la
importancia superlativa de la comunicación estratégica en las campañas
políticas. En este ámbito no se puede improvisar.
La política moderna requiere una comunicación que
trascienda los espacios tradicionales y se adapte a las exigencias de un
público diverso, presente en múltiples plataformas. Las nuevas ágoras son ahora
las redes sociales. En ellas se congregan los ciudadanos y allí se construyen
las corrientes de opinión.
La efectividad de un mensaje político depende de su
ajuste a las características de cada canal, pues cada uno tiene un lenguaje, un
público y una vigencia particular. Quiero compartir con ustedes algunas claves
para abordar esta comunicación multidimensional en campañas políticas, incluso
me voy a atrever a dar algunas recomendaciones específicas para maximizar el
impacto en medios tradicionales y redes sociales. Así lo hacemos nosotros.
1. Medios
convencionales: construir credibilidad y autoridad
Los medios tradicionales como la televisión, la radio y
los periódicos mantienen una autoridad especial y proyectan un aura de
formalidad que aún atrae a públicos amplios y variados. No se les puede
despreciar. Para aprovechar estos medios:
– En televisión: Hay que centrar el mensaje en ideas clave y utilizar un
lenguaje directo, evitando tecnicismos que puedan dificultar la comprensión.
Aprovechar la imagen y el lenguaje no verbal en entrevistas y apariciones
públicas fortalece la conexión emocional y la credibilidad.
– En radio: Al ser un medio auditivo, la claridad y el tono de voz
son fundamentales. Los mensajes deben ser concisos y contundentes, facilitando
su retención. Las intervenciones deben adaptarse al público específico de cada
programa, usando ejemplos que resuenen con la audiencia y demostrando cercanía.
– En prensa: Este es el canal ideal para desarrollar en profundidad
temas complejos o propuestas detalladas. Se recomienda mantener un estilo claro
y estructurado, y, al mismo tiempo, crear títulos y subtítulos que capten la
atención. En columnas de opinión o entrevistas, es esencial que el tono
transmita profesionalismo, preocupación social y experiencia, estableciendo al
candidato o vocero como una fuente confiable de información. Este tipo de
publicaciones permiten generar nuevos productos como las videocolumnas.
2. Redes
sociales: inmediatez, interacción y conexión emocional
Las redes sociales son espacios de inmediatez y constante
interacción donde el público espera transparencia y cercanía. En estas redes
gana el que se comporte con mayor naturalidad, facilita la interacción, se
involucra en los debates y da respuestas a las interrogantes de los ciudadanos.
No puede comportarse como un robot. En todo caso, cada red tiene sus
particularidades:
– Facebook: Esta red se presta para comunicados largos y eventos en
vivo, como transmisiones o sesiones de preguntas y respuestas, donde el público
puede interactuar directamente. Se recomienda estructurar los posts para captar
la atención desde las primeras líneas e incluir imágenes atractivas, videos
cortos o gráficos informativos que simplifiquen el mensaje.
– Instagram: En esta plataforma visual, la clave es la estética y la
brevedad. Publicar fotografías o videos de alta calidad que muestren el lado
humano y cercano del candidato o del equipo es efectivo. Las historias, con su
corta duración, permiten actualizaciones frecuentes y personales. Los videos en
reels pueden ser usados para resúmenes de propuestas en un formato
creativo y ágil.
– X (antes Twitter): Aquí, la rapidez y la relevancia del mensaje son
cruciales. Se recomienda publicar actualizaciones en tiempo real y aprovechar
el hilo de tweets para desarrollar temas más profundos. Responder a comentarios
e interactuar con otros usuarios refuerza la percepción de accesibilidad y
compromiso con el público.
– TikTok: Ideal para alcanzar audiencias jóvenes, este canal exige creatividad y un
tono casual. Videos cortos y entretenidos, que expliquen temas complejos de
forma sencilla, pueden atraer a un público nuevo y fomentar su interés en la
política. Los políticos deben tener cuidado de no desdibujar su imagen
política. A veces arriesgan mucho cuando muestran irrelevancia, superficialidad
y mal manejo de situaciones ambiguas.
3. Canales
digitales de largo alcance: construir comunidad y permanencia
Además de las redes sociales, otros canales digitales
pueden fortalecer la comunicación política:
– Blog o sitio web: Tener un blog o una sección de noticias en el sitio
oficial del candidato o partido permite explorar temas en profundidad y sirve
como archivo permanente de las propuestas. Es recomendable que los artículos
sean amigables, con un lenguaje claro y ejemplos actuales, para facilitar su
difusión y alcance orgánico en motores de búsqueda.
– Boletines y newsletters: Este formato permite una comunicación directa y
personalizada con una audiencia segmentada. Se recomienda enviar actualizaciones
periódicas y estructurar el contenido de manera clara y atractiva, resaltando
logros y temas de interés. Este canal crea una comunidad leal y permite medir
el interés a través de tasas de apertura y clics.
4. Medios
impresos y alternativas de difusión local: visibilidad y presencia continua
Las campañas también comunican mediante la entrega de medios
impresos y el despliegue territorial de activistas en jornadas puerta a puerta:
– Folletos y carteles: Estos medios tradicionales siguen siendo efectivos para
reafirmar el reconocimiento de la imagen del líder, sus colores y lemas de
campaña. Se recomienda que los mensajes sean simples y visualmente atractivos,
destacando frases clave y llamadas a la acción claras, como invitaciones a
eventos o enlaces a redes sociales para obtener más información.
– Eventos presenciales y comunitarios: Las campañas políticas tienen una agenda de presencia en
la comunidades y circunscripciones de interés electoral. Realizar eventos de
escucha pública o encuentros casuales permite al candidato entender mejor las
necesidades del electorado. Además, estos eventos son una oportunidad para
fortalecer el contenido digital mediante transmisiones en vivo o
actualizaciones en redes.
Un modelo
integrado para la comunicación multidimensional
El modelo AVG21 ha concebido una estrategia multicanal
bien diseñada que reconoce que cada plataforma requiere un enfoque específico y
que el éxito radica en adaptar el mensaje y el formato al canal y público
objetivo. La vigencia de cada medio es temporal y cambiante; sin embargo, al
integrar todas estas plataformas, logramos construir una comunicación integral
y sólida, capaz de conectar con audiencias diversas y de mantener su relevancia
en un entorno en constante cambio.
Nosotros tenemos las capacidades para instrumentar con
lógica estratégica este modelo multicanal que, ejecutado de manera eficiente
permite que la comunicación política sea efectiva, accesible y confiable,
estableciendo puentes entre el candidato y el electorado en cada rincón del
espacio digital y físico.
No
en balde, en mi libro ¿CÓMO GANAR UNA ELECCIÓN? definí que “la comunicación,
en cualquiera de sus modalidades, tiene como objetivo único y determinante
persuadir al elector para que vote por el candidato. La pieza será buena si
logra ese cometido. Todo lo demás, todo lo que distraiga sobra o forma parte de
los egos creativos y autocomplacientes. No está de más decir que una buena
pieza publicitaria es el resultado del diseño y producción de expertos en marketing
político, cuyo trabajo y resultados dependen del Estratega general de la
campaña”.
En
conclusión, en términos de comunicación todo es relevante, y si se cometen
errores se pierde dinamismo y tracción.